El mundo diariamente sufre cambios drásticos. Lo que es nuevo hoy, en pocas semanas puede resultar obsoleto. Bajo estas circunstancias es importante atrevernos a salir de esquemas tradicionales y abrazar la innovación disruptiva, que no es otra cosa que “romper” estándares antiguos y abrir espacio para procesos nuevos, más eficientes y rentables que se aplicarán a la producción, la prestación de servicios, la comunicación o el mercadeo. 

Tomando a la Realidad Virtual como bandera, es evidente que la tecnología actual ya permite llevar estos procesos a otro nivel, con mayor interacción, resultando más cómodos y efectivos. Por esto, la transformación digital de las empresas e instituciones es pieza clave para comprender el proceso de cualquier innovación disruptiva, ya que ambas y en conjunto generan un gran impacto sobre la sociedad.

Las innovaciones disruptivas son en un inicio mucho más económicas que los servicios o productos ya establecidos. No solo se habla de una inversión inicial asequible sino también de la posibilidad de ampliar el mercado a límites nunca antes vistos, esto gracias al uso de nuevas tecnologías que propician la creación de nichos con ideas capaces de trazar nuevas necesidades en los consumidores. 

Pero recordemos que no se trata solo de innovación tecnológica sino también de revolucionar ideas. Las marcas no pueden quedarse al margen de la vanguardia y para ello se necesita creatividad, observación, análisis y aprovechamiento de las herramientas existentes, con el fin de detectar nuevos espacios para la innovación. Son muchos los casos en los que un avance muy prometedor queda en el olvido, o una determinada herramienta comienza a utilizarse en sectores y para propósitos totalmente inesperados. 

Las nuevas tendencias como la convergencia del montaje entre dispositivos portátiles, Realidad Aumentada y el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), se prevé que impulsarán la demanda. La convergencia entre estas tecnologías se espera que domine el mercado, creciendo a una tasa compuesta anual de casi el 70% desde 2016 y hasta 2024. Esto puede atribuirse a la creciente gama de aplicaciones que se están desarrollando para los sectores militar, salud, visualización científica, fabricación, educación, formación, navegación y entretenimiento. Los otros factores que impulsan la demanda incluyen una mejor conectividad de contenido, una experiencia de usuario mejorada y un campo de visión optimizado. 

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Incluso en el ámbito de la gastronomía ha quedado más que patente. Actualmente hay restaurantes que ofrecen gafas de Realidad Virtual para que la experiencia de degustar un plato adquiera un grado superior: transportar a los clientes hacia la tierra de origen del producto elegido forma parte de las posibilidades que se pueden llegar a alcanzar. 

Justo en tiempos de incertidumbre económica, de acuerdo con el estudio de Perspectivas Globales del CEO, Disrupción y crecimiento, elaborado por KPMG Internacional, las prioridades de las empresas son moverse a una mayor velocidad ante el mercado (27%); fomentar la innovación (23%); implementar tecnología disruptiva (21%); basarse más en datos (20%) y digitalizar los negocios (19%). 

Precisamente, hoy, uno de los sectores económicos más golpeados por la crisis sanitaria es el del turismo, y la Realidad Virtual puede ser su futuro, al permitir viajar a otros lugares sin moverse del sitio también forma parte de la rama turística. Algunas compañías hoteleras ya se han adelantado y ofrecen la posibilidad de que los viajeros puedan contemplar con antelación el destino donde se hospedarán.

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La Realidad Virtual percutirá de la misma manera en el ámbito cultural, modificando sustancialmente algunas prácticas y actividades. Sobre todo, en el terreno del arte, donde se alcanzarán nuevas perspectivas a la hora de contemplar obras y museos. Por otro lado, poder vivir un concierto desde el escenario y pasear a través de los artistas ha sido una de las innovaciones más fervientes en lo que a música respecta. 

Los expertos coinciden en que el tema de innovación es una cuestión de supervivencia para las empresas. Si quieres que tu negocio crezca debes fomentar el pensamiento disruptivo e innovar, de lo contrario puede ser que tu empresa en menos de 10 años deje de existir. El tema es serio y por lo tanto necesitas ponerle dinero, tiempo a la innovación, estrategias y métricas especiales. 

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